Las guerras no solo provocan masacres terribles, sino también involucran grandes contratos políticos en donde sus principales beneficios son altísimos; pudiendo manipular a los grandes medios y a la población que gobiernan.
Es decir, las guerras presentan épocas de elaboración de armas en masa y venta de las mismas, lo que hace que este negocio sea uno de los más rentables de la historia, es así que se genera el concepto de Complejo industrial-militar en donde aplica una serie de elementos económicos y sociales relacionados con el armamento, la política imperalista y militarista.
En la segunda Guerra Mundial se hace mención al proyecto científico Manhattan en cabeza de los Estados Unidos el mismo que trata el desarrollo de la primera bomba atómica antes de que Alemania en la época de Hittler la hiciera. Fué Oppenheimer quien dirigio este proyecto que traería el desarrollo nuclear armamentista de la época y uno de los proyectos secretos más exitosos que tuvo la Segunda Guerra Mundial.
Esto no solamente fué un hecho que desató la afectación del planeta sino también la destrucción total de nuestro ecosistema. Como ejemplo de estas situaciones de destrucción masiva, primeras en revelarse fueron el derretimiento de los glaciares y los gases de efecto invernadero.
El primero que se ve provocado por el cambio climático y bológico del planeta tierra, al aumentar de forma excesiva los niveles de la superficie de agua, reduciendo así las áreas verdes habitables.
Asimismo, el efecto invernadero es provocado por el aumento de CO2, el vapor de agua, el metano, ozono y otros gases que afectan al cambio climático los mismos provocan de manera la destrucción de la capa de ozono y por ende del ámbiete en el que vivimos.
De esta manera, tratamos de concientizar a la humanidad del daño que ocasionamos a nuestro planeta, con el uso de químicos y de sustancias que no son tolerados por la naturaleza y que los afecta de manera directa.
Por. Mónica Peñaherrera C.
Adriana Arbleda G.
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